miércoles, 31 de octubre de 2012

La Mujer de Negro, de Susan Hill

Como parte de la propuesta de Halloween del blog Inés y sus libros, este día de Halloween reseño este  libro de terror.
















Argumento:
El joven abogado Arthur Kipps es enviado por su bufete de abogados a un pueblo remoto de Inglaterra para encargarse de los asuntos de una difunta clienta. La mujer tenía una gran mansión en medio de las marismas, de forma que solo era posible llegar hasta ella cuando la marea era baja y el camino podía resultar ser peligroso para personas inexpertas.
Cuando llega al pueblo, Kipps descubre que a los habitantes del pueblo no les gusta hablar de la casa y siempre intentan cambiar de tema. Durante el funeral de la anciana, descubre a una mujer vestida de negro que contempla la tumba. Nadie más la ha visto y todos huyen espantados cuando Arthur la nombra. Un vecino le cuenta que la casa esta embrujada al ser el escenario de una trágica historia y, debido a su maldición, siempre que aparece la mujer de negro, muere un niño del pueblo.

La novela esta escrita en primera persona, siendo el propio Kipps el que nos cuenta su historia. Comienza cuando ya es adulto y se ha casado por segunda vez con una viuda. Kipps siente la necesidad de escribir lo que le ocurrió en su juventud, aquel fatídico viaje que le hizo convertirse en el hombre retraído y temeroso que era ahora. Es ahí donde comienza la historia. Creo que la primera persona es un buen recurso a usar en un relato de fantasmas, puesto que podemos conocer a través del propio personaje los sentimientos y temores que él mismo siente y, que a la vez, se convierten en los nuestros propios.


Susan Hill consigue situarnos perfectamente en la época en la que se desarrolla, las descripciones nos hacen formarnos una imagen vivida de los escenarios y los momentos siniestros. La mujer de negro aparece en escasas escenas y sabemos poco más que lo mismo que Kipps de ella, pero se mantiene presente durante todo el relato, convirtiéndose en un ente que es la vez secundario y principal. El personaje de Arthur aparece primero como un hombre adulto con un pasado tormentoso y que no terminamos de entender por qué, para luego presentarnos al joven Arthur, un chico esperanzado que desea medrar en su empleo para poder casarse con su prometida. La novela, básicamente, cuenta cómo ese chico joven y optimista acaba convirtiéndose en un hombre triste y dolido.


En cuanto a los momentos de terror, particularmente no he pasado grandes angustias o escalofríos  Sí es cierto que ha habido dos escenas concretas que me han puesto los pelos de punta (cuando pasa la noche en la casa y la escena final). Creo que es mucho más fácil dar miedo en el cine que en la literatura, pero cuando se consigue realmente puede ser espeluznante. Esta novela no nos mantendrá en una tensión continua, pero en los momentos justos sabe cómo despertar todas nuestras alarmas.


Con La Mujer de Negro, Susan Hill ha vendido numerosas copias y ha sido adaptada tanto al teatro como al cine (recientemente con Daniel Radcliffe como protagonista). No he tenido oportunidad de ver la película porque antes deseaba leerme el libro; ahora que ya lo he hecho, la veré y la podré comparar con el libro (seguramente, como siempre, me guste más el libro).

Para terminar, recomiendo este libro a todas las personas que deseen pasar algo de terror y tensión pero sin estar en un continuo sin vivir.

2 comentarios:

Lola PD dijo...

Vi la película cuando salió y la verdad es que no me dio mucho miedo, a excepción de dos escenas, que supongo que al menos una coincide. No te contaré nada de la peli para no fastidiarte... ;)
La verdad es que tengo ganas de leer este libro desde que vi la película, a pesar de que Susan Hill no me dejó muy convencida con el primer libro que leí de ella.
Besitos guapa y gracias por participar.
¡Feliz Halloween!

Una cosita, es la tercera vez que intento publicar este comentario pero al verificación de palabras me está volviendo loca. Porfa, quítala.

María dijo...

Todavía no he visto la película, precisamente porque quiero leer antes el libro. Lo tengo pendiente, pero aun no he tenido ocasión de ojearlo siquiera.

¡Un saludo!